miércoles, 16 de julio de 2008

Día Seís

...que también tiene su rima. Saludos de parte del Miguel que es el que suscribe una vez más. Después de un finde ajetreabo -perdón, ajetreado- en el cual productores y músicos nos hemos agarrado algunas papas, nos hemos tenido que enfrentar a un aguerrido lunes Suker y yo solitos, ya que Jose estaba malo y no ha podido venir. Ponte güeno.

El frontman, sex symbol. ídolo de trillones

Nos pusimos manos a la obra calentando un poquito los amplis para empezar a grabar las primeras guitarras. Como no estaba yo para muchos trotes, como ya he comentado,

elegí para empezar uno lentaco y machacón: “Winners Race”. Desde primera hora, empezaba a barruntarse que iba a estar todo el día peleándome con la puta afinación. A trancas y barrancas conseguí grabar buena parte del tema antes de papear.

Llegó la hora de comer y ambos nos dirigimos hacia el chino de marras, donde nos pusimos hasta las orejas. Creo que con el Succo he encontrado la horma de mi zapato, porque no veas cómo traga éste también...Así que con dolor de tripa nos metimos otra vez en la cueva.

El señor productor seguía sin estar muy convencido con la dichosa afinación, y es que ciertamente, las cuerdas no estaban aguantando mis envites... Ambos guitarras tenemos un ataque fuerte, es decir, golpeamos las cuerdas con ganas y eso hace que la afinación se vaya a tomaaaar por khala con demasiada frecuencia. Nosotros llevamos un calibre 11-52, un poquito más grueso que el standard, pero no parece suficiente, ya que afinamos en Re (para que nadie en el mundo pueda copiarnos).

Decidimos intentar cerrar el tema con estas cuerdas, así que seguimos a lo nuestro.

A eso de las 6, recibimos la visita de Ando y su inhóspita barba, que venía acompañado por el Señor Lobo, quien como vds. recordarán, fue cantante de la G los años 2002-2003.

A última hora de la tarde, Suker planteó ya muy seriamente la posibilidad de ir a comprar cuerdas nuevas y mandar a la hez todo lo que se había grabado durante el día, porque sobre todo las cuerdas tercera y cuarta nos estaban dando mucha guerra.

Como yo confío en su criterio, nos dirigimos entonces a la tienda a comprar un par de juegos más “gordos”. Una vez allí, los dependientes (con el acento castizo más cerrao que he escuchao en mi vida, sabes troon???) nos obsequian con una clase friki-teórica sobre afinación y marcas de cuerdas. Total, que huimos de allí portando sendos juegos de 12-54. La tercera cuerda en este calibre también es entorchada, que es la que más problemas nos está dando, así que confiamos en arreglarlo.

De vuelta al estudio, Suker cambia las cuerdas con una velocidad inusitada (más peloteo). Esto ya es otra cosa. Parece que la afinación no se pira por muy fuerte que le pegues. Como diría Möck: “esto es un calibre para hombres”.

Los acordes abiertos (problemáticos) suenan guay y me resulta más comodo riffear encontrando un poco más de resistencia, ahora bien, los bendings son más jodidos de hacer, pero todo es acostumbrarse. Mi muñeca tendinítica tendrá que aguantar...pero ya sabemos que “what doesn’t kill us...”

Hasta mañana.

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