lunes, 4 de agosto de 2008

Día Diecinueve

Por fin le tocaba el turno a la otra parte de la sección rítmica, o sea, que me tocaba a mí y a mi bajo atacar los temas de este puñetazo en la mesa que la G pretende dar con este disco.

Me bajé a Madrid desde la sierra con un poco de tiempo para aprovisionarme de juegos de cuerdas y, joder! no hay quién aguante el calor que está haciendo en la capital. Menos mal que hoy no venía Miguel por el estudio y se podía poner el aire acondicionado a todo trapo. La primera tarea a realizar era, aparte del cambio pertinente de cuerdas, acabar de perfilar el sonido de bajo que Jose (el único productor presente esta semana...Succo, por lo menos vuelve moreno!) terminó en un rato sin mayores contratiempos.

Era la hora de la verdad para mí, y tengo que reconocer que ni yo mismo esperaba que todo fuese como la seda que ha resultado ser esta jornada: me he "ventilado" 5 temas. Además todo llevado en un absoluto clima de tranquilidad entre Jose y yo con descansos, charlas interesantes sobre música, etc. Puede que ese ritmo de monasterio de cartujos ayude a grabar mejor y con más confianza.

Tocaba hacer el parón para comer y pude disfrutar de primera mano las virtudes de un bar gallego de los alrededores donde se come de menú estupendamente y con la impagable efectividad y cordialidad de la mujer que lleva el negocio. Reanudamos la actividad en el estudio y recibimos la visita de Ando que estaba desaparecido por esas entrañables costas del Levante español. Seguimos avanzando con los temas pero yo empezaba a sentir algún que otro síntoma de cansancio debido a las horas, concentración y, sobre todo, a que mi ejecución requiere una pegada de tres pares para que quede un bajo "de hombres". Empezaba a tener los dedos de mi mano derecha entumecidos y al borde de la ampolla, pero, en fin, por hoy no se podía pedir más. Esperemos y crucemos los dedos para que mañana sea, por lo menos, la mitad de bueno que éste y termine toda mi labor de las cuatro cuerdas.

Las conclusiones del día son que, una vez quitada la incertidumbre de cómo se me iba a dar la grabación, se afrontará el siguiente con mucha motivación y confianza. Confianza que me transmite Jose con sus apreciaciones, que para mí son muy valiosas, y con su sapiencia que hace que aprendas cosas nuevas de todo este tinglado que es la música.

Mañana, más. Siento que no haya material gráfico en esta crónica, pero no teníamos nada con que hacer una miserable foto, y yo sigo teniendo un móvil para jubilados: sencillito y que no me complique la vida...

Saludos.

[Editamos para incluir un video. Las labores de producción son laboriosas... ]

1 comentario:

Escúchame dijo...

¡Enhorabuena Santi! Jode, 5 temas, que efectividad.