jueves, 7 de agosto de 2008

Día Veintiuno

Una vez acabado el bajo, tocaba hoy seguir avanzando con las rítmicas de Miguel. Así que nos acercamos primero el guitarrista y el bajista (que sigue haciendo esta crónica) al servicio técnico donde teníamos uno de los cabezales necesarios para poder continuar con el trabajo de guitarras. Ya sabíamos el presupuesto de la "broma", pero no pudimos quitarnos la sensación de que nos estirpaban algo de nuestros cuerpos a la hora de pagar la reparación...

En fin, una vez probado el ampli, la cuestión se centraba en qué tipo de día tendría Miguel en cuanto a estado de ánimo: Jeckyll o Hyde. Realmente todo fue bien aunque Miguel se empeñara en buscar su otro yo. No era el día del apocalípsis guitarrístico, así que, sin mayores contratiempos, Miguel pudo terminar rítmicas de dos temas completos. Era realmente lo gordo que le quedaba por hacer, ya que el resto de curro no deja de ser una serie de detalles que no tendrá ningún problema en quitarse de en medio de aquí al viernes. Día en que volverá Dani al Foro para terminar alguna cosilla suya de rítmica y empezar ya con los solos (tengo la sensación de que va a haber grandes solos en el disco, ya lo veréis...).



Una vez acabada la sesión de hoy, y mientras recogíamos, pudimos disfrutar y comentar el nuevo trabajo de Extreme descargado en el estudio en un momentito. Una vez que acerqué a Jose y a Miguel cerca de sus hogares, decidimos aprovechar el momento para seguir charlando en alguna terraza cercana y relajarnos después de otra jornada en la cueva. Animamos a Jose a que también llamara a Mamen y se bajara con nosotros. Mamen no tardó ni medio segundo en aparecer, era el momento de estar en la calle tratando de respirar y luchar contra los rigores del verano.

Estuvimos pasando un rato muy agradable hablando de las aventuras y desventuras de nuestras respectivas bandas, de alguna que otra teoría antropológica y de temas varios.

Llegó el momento de recogernos a nuestros cubículos y esperar a que el siguiente día cunda como mínimo como hoy. Una vez avanzado bastante en lo que le quedaba a Miguel, parece que estará más motivado y tranquilo para completar un buen trabajo en lo que queda de grabación.

Hasta otra.

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